lunes, 10 de agosto de 2015

De carne y beso

Sacudiendo el polvo estoy. Arde el alma después de meses, de años, de siglos.
Arde el espíritu. Me siento nacer. Otra vez. 
Se repite tan distinto. No es un remake, es el estreno mas espectacular que alguna vez miré.
Infinita.
Tu mirada, nuevas ventanitas. Ventanitas, que me miran con dulzura. Ventanitas, que abren paso a un futuro. Al futuro imperfectamente perfecto que me espera.
Mitad. Complemento. Latido de mi corazón. Voz en mis labios. Brillo en mis ojos. Sin vos no es igual.
Me siento caer al vacío. Y abajo, alguien me espera, alguien que no me dejaría romperme, alguien que me agarra en firmes bases de seda. De seda y amor. De amor y estrellas. De estrellas y paz.
Y de pronto, "para siempre" parece no alcanzar. Y de pronto, decirte "para siempre" asusta mas. No quiero mentirte y aunque es mi verdad mas real, el destino va a gritar. Y será.
Un roce. Ese roce. Universo inmenso, eterno, infinito. Roce de puertos perfectos. Puertos que reciben y envían sin parar. Que gratificante, que ganancia mas ideal.
Y esas noches. Y esas tardes. Solo vos me bastás. Solo vos y el corazón. Arde el alma. Arde el espíritu. Arde la piel. Ardes vos. Ardemos de amor. Te grito mi amor, que te amo, mi sol.
Te siento y espero mostrar. Mostrar lo que siento. Mostrar lo de adentro, acariciando lo eterno.
Te quiero, te elijo, te vivo, te miro...
De carne y beso es este deseo. De beso y sueños es este regalo. De sueños y amor son mis ojos, cuando me pierdo en vos.
Te amo hoy.
Y para siempre, mi amor.