Me disfrazo de indiferencia, pero vos, solo vos, me lees. Sabes que te digo con cada mirada.
Pensar, que me quejaba de que no me conocías y ahora me duele lo mucho que sabes.
Trato de encontrar lo mismo en otras ventanitas, pero eran las tuyas, eran las nuestras.
Hablaba y admirabas. Que grande, que infinita era yo en ese instante.
Cayó la sal. Hoy si.
Quiero avanzar, en eso estoy. Lo sentí por un segundo, pero vi. Y sentí. Y temblor. Y descontrol.
Desilucion.
Basta de sal.
¿Te cuento un secreto? Hoy te contemple. Si, como cuando dormías y yo abría mis pestañas. Y te amaba. Y como te amaba. Y te besaba, suave. En la mejilla. Un beso casi infantil. Pero te afectaba, te movías y me mirabas. Y que grande, que infinita era yo en ese instante. Hoy te contemple, pero fue mentira. Se sintió real. Bah, quería hacerlo real. ¡Que injusticia esta vida!
Sal.
Pienso.
Escribo y me arrepiento.
Te regale tanta poesía. Y no cualquier poesía, la mía.
Noches enteras. En el olvido. En el recuerdo. No existe el olvido.
Una vida pendiente, así, como se pueda.
Suspiro.
¿Te acordas? Mariposas volando en el mar. Magia. Paz. Y que grande, que infinita era yo en ese instante. ¿Y ahora? ¿Que nos queda?
Sal.
Comparación, que horror. Que cosificacion. Desamor.
Me pierdo.
Sueño. Te espero, no faltes.
Un último beso. Un encuentro. Un deseo. Un anhelo.
Juego.
Mañana te veo. Corazón contento, creo. Espero. Sos responsable.
Ya se el final, desilucion. ¿Hasta cuando durara la repetición? Que desesperación.
Hoy, te extraño, mi amor.
No quiero otro verano. ¿O si? Era verano con vos. Y que grande, que infinita era yo en ese instante.
Mi otoño tiene pizca. ¡Hace algo! Socorro. ¿Así? ¿En serio? Que miedo. Confío, igual. TAY.
Mirá. Pensá. Actuá.
Deja, no será, ya lo se. ¿Que puedo hacer?
Dejar. Y volar. Otra vez será.
Felicidad y libertad.
